- Año: 2010
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Fotografías:Ramiro Chaves
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La remodelación y ampliación a la Casa Patinadores, en Colonia Churubusco, Ciudad de México, se caracterizó por una voluntad de integrar y revelar el estilo industrial de las estructuras más antiguas en el conglomerado. El cliente pidió especialmente preservar un fresno y una antigua torre de agua ubicados en el patio trasero; también solicitó la conservación de la casa familiar con techo a dos aguas, que antiguamente era el área de juegos y de cuartos de servicio de otra construcción (actualmente dicha construcción es un edificio de oficinas que comparte el jardín central).
La estrategia consistió en no abrirse al área común del jardín para mantener la privacidad de la residencia. Lo único que se construyó con frente abierto al jardín fue un pabellón de usos múltiples en la parte posterior del terreno. El programa del anexo consistió en cuartos de servicio y múltiples baños (con acceso interior y exterior) en planta baja, y cuartos y baños para los miembros de la casa en planta alta. Se buscó que el anexo fuera una estructura habitacional, autosuficiente e independiente de la casa principal.
El trabajo de remodelación logró un diálogo entre los objetos más prominentes y dispares de la construcción. Tal fue el caso del fresno y la torre de agua que asumieron un rol protagónico como sello estilístico de la construcción. La resonancia entre las vigas burdas de la torre de agua y la altura del árbol integran la disposición del hito natural con el industrial a partir de sus ejes y materiales. La consigna fue darle un espacio estelar a los detalles estructurales de la construcción, hacerlos parte del estilo de la casa, enmarcarlos e integrarlos antes que ocultarlos.
El anexo construido es un cubo de dos pisos que exhibe un estilo industrial clásico; su eje longitudinal está ligeramente desfasado en diagonal para romper con la orientación simétrica de la casa. Tanto en el proceso de construcción como de diseño de interiores y acabados se usó un mínimo de materiales, casi todos ellos industriales (concreto y aluminio, principalmente).
Para la fachada del anexo se experimentó con un acabado negro en block de concreto. La fachada de la casa con techo a dos aguas, en cambio, se pintó de blanco. El block negro del anexo no sólo contrasta con el aplanado de la casa sino que también coincide con el material de la construcción, pero su coloración lo hace lucir del tono natural de la piedra. Los estilos de la construcción antigua y moderna se integraron a partir de las discrepancias obvias.
Ambos conjuntos en la residencia fueron conectados por un puente remetido, flanqueado por ventanales de doble altura. Se dejó que el block negro del anexo entrara en la pared conectada por el puente con la finalidad de crear continuidad entre la fachada exterior y el acabado interior; el ventanal de doble altura tan sólo funge como un umbral sutil. El puente, por su parte, continúa al interior de la casa por un pasillo ligeramente estrecho y sombreado que se abre, al cabo de unos metros, a un espacio de gran luz y amplitud con lujosa vista a uno de los jardines.
A las escaleras de la casa principal también se les agregó un ventanal de doble altura para permitir mayor entrada de luz natural y para integrar la vegetación del jardín. Los interiores se acabaron en duela y piso de terrazo (color blanco en el anexo negro, y color carbón en la casa blanca). El piso del patio es de adocreto con bloques desfasados para crear un diseño.
La casa consta de desarrollos que le permiten una vida sustentable. Cuenta con ventilación cruzada, mucha luz natural en la fachada sur, captación de agua pluvial, planta de reciclaje de agua, paneles solares para calentamiento de agua, regulación bioclimática de temperatura, y jardín de horticultura. El pabellón de usos múltiples en la terraza tiene un techo vivo y un piso elevado que lo mantiene naturalmente fresco.
La Casa Patinadores logra un estilo distintivo a partir de acentuar la sencillez estructural del conjunto. Revela y contrasta los detalles orgánicos que caracterizan las épocas convergiendo en la construcción; consigue desnudar sus diferencias y ponerlas en resonancia antes que siquiera intentar enmascararlas. La ampliación y remodelación hacen coincidir perfectamente la economía en el proceso de construcción con la funcionalidad del estilo.